Ya sabías lo potente que es Blender como herramienta a pesar de ser completamente gratuito, ¿verdad? Tiene una gran variedad de posibilidades que te permite dar rienda suelta a tus habilidades y creatividad. ¡No encontrarás limitación alguna!
Claro que, para ser un buen profesional, hay que empezar por una base, ¿no? Pues para eso estamos aquí. Vamos a darte un pequeño pero completo inicio para que puedas empezar a ponerte en práctica y sepas cómo usar Blender. Todo un lujazo, ¿eh?
Por aquí [link al blog sobre descargar Blender] te dejamos un link a nuestro blog donde puedes aprender un poco más sobre Blender antes de darle el uso que le corresponde. ¡No te pierdas nada!
Iniciando en Blender
¿Ya has abierto tu herramienta? Porque vamos a ir con todo. En un instante, te vas a manejar con Blender como tú en tu casa, y descuida porque no habrá pérdida alguna.
Nada más abrirlo, te vas a encontrar con un cubo ya creado en el «mundo» de Blender. Es el primer objeto que se te ofrece para empezar a crear tu modelo. O también puedes borrarlo para empezar con otro diferente, pero vamos poco a poco.
Vamos a empezar a movernos un poco sobre este panel y a aprender conceptos básicos sobre lo que podemos hacer con nuestro objeto.
Primero de todo, podrás comprobar que, presionando la rueda del ratón, vas a poder moverte libremente por el panel para poder apreciar tu objeto desde cualquier perspectiva. Y deslizando la misma rueda, podrás hacer zoom sobre el punto al que estés mirando en tu panel. También podrás moverte si, mientras presionas la rueda, mantienes la tecla SHIFT presionada, cuyo movimiento queda fijado desde la perspectiva en la que te encuentres.
Eso sí, para tener una vista más específica de tu objeto, puedes utilizar el pad numérico de tu teclado. Por ejemplo, si presionas «1», tendrás la vista frontal del cubo. ¡Sólo con el pad numérico! Esto resulta generalmente muy útil cuando quieres hacer pequeños cambios en tu modelo que solamente se aprecian correctamente a través de una vista frontal, lateral o trasera. ¡También vistas superior e inferior!
Ahora que ya sabemos movernos, vamos a ver lo que podemos hacer con nuestro objeto.
Con el objeto ya seleccionado, podrás «escalarlo» presionando S y moviendo tu ratón. Es decir, vas a poder cambiar su tamaño. Si quieres que su tamaño varíe hacia una dirección en particular, después de presionar S, puedes presionar posteriormente X, Y o Z para escalar tu cubo hacia cualquiera de estos ejes.
Para mover al propio objeto, vas a tener unas características muy similares. Al presionar G, vas a poder moverlo a tu antojo hacia donde quieras. Pero si quieres moverlo siguiendo alguno de los ejes anteriormente mencionados, toca hacer lo mismo que antes; después de presionar G, pulsamos X, Y o Z.
Por último, también vas a poder rotar tu objeto, presionando R y luego moviendo el ratón. Una vez más, podrás rotarlo a través de los ejes X, Y o Z.
Después de marear a nuestro objeto por un tiempo, vamos a subir el nivel un poco. ¡No te preocupes, porque seguirá siendo sencillo!
Ahora entraremos en el modo edición, que nos permitirá editar nuestro objeto con mayor detalle. Para ello, con nuestro cubo seleccionado, vamos a presionar el Tabulador o TAB. A partir de ahí, podremos acceder a tres formas diferentes de «editar» el objeto.
Al presionar 1 (esta vez NO con el pad numérico) entraremos en el modo de vértices. Podrás ver cómo aparecen puntos negros en las esquinas del cubo; esos son los vértices. Puedes seleccionar uno clicando en ellos, varios al clicarlos mientras mantienes pulsado SHIFT, o seleccionarlos todos directamente presionando A.
Como con el propio cubo, vas a poder rotarlos, escalarlos y moverlos. Ya te adelantamos que rotar y escalar vértices no te va a servir de mucho. Bueno, no te servirá de nada. Moverlos te permitirá editar tu modelo 3D. Y ten en cuenta que vas a poder mover varios a la vez si los seleccionas. Esto sí te servirá de mucho.
Si presionas 2 en el modo edición, esta vez entrarás en el modo aristas. Como su nombre indica, te va a permitir seleccionar cada una de las aristas o líneas que unen a un vértice con otro en tu objeto. Al igual que antes, vas a poder tanto escalarlas, como moverlas y rotarlas, pero en este caso te resultarán útiles las 3 opciones.
Por último, si presionas 3 en el modo edición, entrarás en el modo caras, que te permitirá seleccionar las mismas que tu modelo posea. Una vez más, tendrás total libertad de escalarlas, moverlas y rotarlas.
Debes tener en cuenta algo muy importante respecto a las caras, y es que, a la hora de crear nuevas, modificarlas o moverlas, puedes cometer el error de crearlas «del revés» o crear «caras dobles». A simple vista, muchas veces ni se nota o ni se pueden encontrar, pero son errores que no puedes permitirte por nada del mundo, pues sufrirás severos fallos a la hora de renderizar tu objeto o llevarlo a otro programa como Unity. Y arreglarlo no es tarea fácil.
Hablando de crear… ¡Casi se nos pasa decirte cómo crear vértices, aristas y caras! Porque, claro, ¿cómo íbamos a crear un buen modelo, si no es de esta forma?
Para cualquiera de los tres, cuando selecciones alguno de ellos, podrás crear otro nuevo presionando E. Por ejemplo, cuando selecciones un vértice, vas a poder crear otro después de presionar E. Podrás moverlo donde quieras y fijarlo a una posición después de dar clic nuevamente. Lo mismo con una arista o una cara.
¡Importante! Si das clic derecho después de crearlo, verás que desaparece. ¡Pero no lo hace! El vértice que has creado se posiciona justo donde se encuentra el que seleccionaste primero, ¡creando un vértice doble, porque habrán dos en la misma posición! A uno de ellos no le darás utilidad alguna, ya que son dos idénticos en el mismo lugar. Y lo peor de todo es que «romperá» tu modelo. ¡Igual o peor si te ocurre con una arista o una cara!
Ahora que ya tienes mucho más conocimiento sobre el modelado en Blender, es hora de sacar al artista que llevas dentro. ¿A qué esperas?