Cuando se habla de animación en 3D, es muy común que, sobre todo los principiantes, sufran un ataque de pánico. Darle vida y movimiento a un modelo suena como una tarea desafiante y sólo apta para los más pacientes. Hablemos de animar en Blender.
¡No temas! La animación 3D es mucho menos compleja de lo que parece; muchas veces, se trata de algo bastante entretenido, ¡y en el buen sentido de la palabra!
Si ya sabes cómo usar Blender, seguro que eres amplio conocedor de lo potentísimo que es como herramienta que, además de modelar y crear, también nos permitirá animar nuestras creaciones. Y aquí venimos a demostrarte cuánta verdad hay en tales afirmaciones. ¿Estás preparado?
Primeros pasos de animar en Blender
Descuida, no tenemos intención de comenzar la casa por el tejado. Por ello, vamos a enseñarte desde cero, por lo más básico. Y además, en nuestra sección de Blender puedes aprender mucho más sobre cómo utilizar esta herramienta 🙂
Cuando abras la herramienta de Blender, te encontrarás con un cubo ya generado, el cual usaremos para trabajar los conceptos básicos de la animación.
En la parte superior de la interfaz de Blender podrás encontrar varias pestañas para abrir. Nosotros, evidentemente, abriremos «Animation», que se nos mostrará de la siguiente manera:
La pestaña de la derecha será la misma que tenemos abierta en todo momento, donde podemos manejar nuestro objeto libremente. Abajo, tendremos un «Timeline» o línea de tiempo, donde podremos definir las secciones de movimiento de nuestro objeto. Y, a la izquierda, una ventana de previsualización para observar cómo se apreciaría el movimiento del objeto en animación.
Para definir el movimiento del objeto en nuestro Timeline, tendremos que hacer uso de los «Keyframes». ¿Y qué son? Sencillo; los keyframes definen el punto desde donde nuestro objeto da inicio o fin a un movimiento. Es decir, si quiero que el objeto inicie su movimiento desde un punto A, colocaremos el objeto en dicho punto, y ahí crearemos el primer keyframe. Así, cuando la animación comience, el objeto empezará ahí su movimiento.
Para crear ese keyframe, basta con mover el objeto donde queramos que comience a moverse, pulsamos «I» y luego seleccionamos «Location». Hecho esto, encontraremos el primer keyframe en nuestro Timeline.
Ahora, para que la animación tenga su final en un punto B, simplemente moveremos el objeto a este mismo punto, donde crearemos otro keyframe. ¡Primero tendrás que mover la línea de tiempo en tu Timeline!
Este segundo punto será el que defina el movimiento del objeto. Básicamente, al tener punto de inicio y punto final, la trayectoria ya estará definida. Tras definir ambos puntos en tu Timeline, podrás apreciar el movimiento de tu objeto tras presionar la barra espaciadora.
Eh voilà! ¡Ya tenemos nuestra primera animación! ¿A que parecía más dificil esto de animar en Blender de lo que es en realidad?. Lo sabemos, es algo muy básico, pero a partir de aquí podrás mover tu objeto de un lugar a otro sin limitaciones para crear una animación a tu gusto. Recuerda que no sólo se trata de mover tu objeto, sino que también podrás rotarlo e incluso escalarlo (o lo que es lo mismo: cambiar su tamaño).
Animar en Blender a partir de «huesos»
El método de animación que te mostramos anteriormente, aunque permite mover y animar un objeto libremente, nos limita mucho para movimientos más precisos y modelos más complejos. Por ello, será ideal que no te vayas de aquí habiéndote quedado a medias. ¡Aprenderás ahora a animar modelos como un verdadero artista 3D!
*(Recuerda que, si esta lección la implementas con la anterior, tendrás mejores resultados)*
En esta ocasión, vamos a usar un modelo humanoide. Para que no haya pérdida, te recomendamos que utilices el mismo que nosotros, que lo encontrarás aquí. ¡No te preocupes, es gratis!
Vamos a abrir el archivo del modelo en cuestión. Para trabajar más cómodamente, utiliza los cambios de vista desde el pad numérico de tu teclado. Por ejemplo, si presionas «1», tendrás una vista frontal del modelo. Desde aquí, ejecutamos el comando «Shift+A», donde crearemos nuestro primer hueso seleccionando «Armature». Al crearlo, lo moveremos hasta la base de la cintura de nuestro modelo.
Si ves que el hueso se «entierra» dentro del modelo, ¡no te preocupes! Podrás conseguir que sea visible en cualquier momento activando la vista frontal desde «Viewport Display» en la pestaña derecha.
Hecho esto, escalaremos con «S» nuestro primer hueso ya creado con tal de asimilarse al tamaño del torso del modelo. Recorrerá desde la cabeza hasta la cintura del mismo. Y, después de ello, entrando en el modo edición presionando el tabulador, subdividiremos el hueso en 4 pequeños huesos; clic derecho y «Subdivide». Aparecerá abajo izquierda una pequeña pestaña plegable, donde pondremos el número de subdivisiones, que en este caso serán 3.
A partir del hueso inferior (cadera), extraeremos los huesos de las piernas. Para ello, seleccionaremos el extremo/esfera inferior del hueso y presionaremos «E», generando así un nuevo hueso. A partir de este, crearemos hasta 3 huesos más para complementar una de las piernas.
Ahora, como es lógico, habrá que hacer lo mismo para la otra pierna. ¡Ojo al atajo! Selecciona todos los huesos desde el horizontal en la cintura hasta el del pie. Luego, clic derecho y «Names» 🡪 «Auto-Name Left/Right» (esto es muy importante para que el movimiento de los huesos funcione correctamente). Ahora sí, los podremos duplicar haciendo clic derecho nuevamente y pulsando «Symmetrize».
Para crear los huesos de los brazos, haremos lo mismo que hicimos con las piernas; partiremos desde el hueso del torso, para crear los que formarán uno de los brazos, y, al terminar, los duplicaremos para que se apliquen en el otro brazo.
¡Recuerda revisar la vista lateral! Desde aquí podrás ajustar también los huesos para que no se salgan del modelo y dispongan de un movimiento más óptimo en el momento de animar.
Ahora toca «fusionar» al modelo con su esqueleto para que, al animar, el mismo modelo se mueva junto a cada hueso. Si nuestro modelo está separado por partes (manos, piernas, cabeza, ropa, etc…), las seleccionamos todas, y luego a todo el esqueleto. En este caso el modelo está todo unido, por lo que simplemente lo seleccionamos, y luego al conjunto de huesos. Haremos «Ctrl+P», y luego seleccionamos «With Automatic Weights».
Para comprobar que todo va sobre ruedas, entraremos al «Pose Mode» y moveremos los huesos. Y si el modelo se mueve junto a ellos, ¡ya está tu modelo listo para darle vida!
Siguiendo los conceptos básicos que te hemos explicado al principio, vas a poder animar tu personaje como quieras, ahora con más detalle y dinamismo.
¡Ahora te toca a ti animar en blender a tu personaje!
Mensaje del equipo de Beemeral: ¡Oye! ¿Te ha gustado este post? Animar en Blender es muuuuy complicado y lo sabemos, por ello te animamos a aprender con una velocidad adecuada, sin prisa pero sin pausa. Animar en Blender es únicamente una parte de todo el aprendizaje. Tómatelo con calma 🤝